Navarro y Molinero destacan que el PP no es un “partido bisagra, sino el que ha ganado las elecciones generales”

Carmen Navarro y Francisco Molinero, en la sede provincial.

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Los diputados nacionales por Albacete, Carmen Navarro y Francisco Molinero, ambos integrantes de la Comisión de Justicia del Congreso, han confirmado que el Grupo Parlamentario del Partido Popular votará “no” a la investidura del socialista Pedro Sánchez, pues entienden que cualquier acuerdo de gobierno pasa por la “gran coalición de partidos constitucionalistas”.

Los parlamentarios nacionales consideran que pese a la renuncia inicial de Rajoy a la sesión de investidura por no contar con los apoyos aritméticos necesarios, la opción de un gobierno del PP sigue viva pues “somos un partido con vocación de gobierno, que ha ganado las elecciones generales, y no un partido bisagra que puede apoyar a unos u otros dependiendo de las circunstancias del momento”.

Navarro y Molinero entienden que “frente a la deriva extremista de Sánchez que nos conduce a la subida de impuestos de Portugal o a la bajada de las pensiones un 30% de Grecia y sus huelgas generales, los españoles nos han encomendado formar un gobierno desde la moderación y el diálogo, que consolide los siguientes pilares: creación empleo; crecimiento económico; refuerzo del Estado de Protección Social; unidad de España; y frente anti-terrorista”.

Los diputados nacionales del PP critican los intentos del PSOE por “establecer un cordón sanitario que aísle a los 7,3 millones de votantes que han dado su respaldo a Mariano Rajoy, y recuerdan que frente a los años de recesión de los gobiernos socialistas, España ha iniciado la recuperación con un crecimiento sostenido del PIB que en estos momentos es del 3,2% y una creación de medio millón de puestos de trabajo al año, por lo que el objetivo de alcanzar los 20 millones de empleos en el año 2020 es realista, si seguimos por las políticas que nos han llevado a salir de la crisis”.

Los parlamentarios albacetenses aseguraron también que “Sánchez –con el peor resultado histórico del PSOE- puede formar una mayoría aritmética con la extrema izquierda y con los separatistas para ser investido, pero no para gobernar” y concluyeron asegurando que “un gobierno de coalición de perdedores sería un lastre para el empleo y la recuperación económica”.